Los implantes de ácido hialurónico permiten suavizar y corregir contornos consiguiendo un efecto lifting sin necesidad de cirugías
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Con el paso del tiempo se produce una reabsorción de tejidos y grasa en determinadas zonas como pómulos, mejillas y la arcada mentoniana, lo que da a la persona un aspecto triste y envejecido. Se marca el surco suborbitario, el surco nasogeniano y las “líneas de marioneta”, que parten de ambas comisuras de la boca hacia abajo, confiriendo una expresión de tristeza y mal humor. Estos defectos de la región central de la cara no se resuelven con técnicas de rejuvenecimiento convencionales como liftings y blefaroplastias, por lo que hay que recurrir a técnicas de relleno como los implantes de ácido hialurónico.
Se aplica en las siguientes zonas:
- Surco Nasogeniano: estas arrugas se producen desde el final de la nariz hasta los extremos de la boca.
- Aumento de labios: da volumen y corrige asimetrías labiales.
- Aumento de pómulos.
- Eliminación de ojeras.
- Líneas de Marioneta: se conocen vulgarmente como pliegues de la amargura, este tipo de arrugas aparecen a la altura de la comisura de los labios.
- Código de Barras: estas arrugas surgen por la gesticulación del labio superior con el paso del tiempo y la falta de hidratación, las personas fumadoras suelen presentarlas frecuentemente.
- Patas de gallo: consecuencia natural de las expresiones de los ojos.
Los implantes de relleno tisular, como el ácido hialurónico, están regulados por el Real Decreto 414/1996, del 1 de marzo, por la directiva comunitaria 93/42/CEE y por la Agencia Española del Medicamento del 1 de junio de 2009 que los define como “productos que se aplican mediante inyección, aguja u otro sistema de aplicación, cuya finalidad es modificar la anatomía y que se utiliza con finalidad plástica, reconstructiva y estética para corregir arrugas, pliegues y otros defectos de la piel, para aumento de pómulos y labios“.
Los implantes de ácido hialurónico destacan por su origen natural y su capacidad reabsorbible. Se integra dentro de los tejidos de forma natural dejando pasar el oxígeno y los nutrientes a través de la piel. Este tipo de relleno facial permite suavizar y corregir contornos manteniendo una buena hidratación por lo que se considera ideal para tratar líneas de expresión y arrugas superficiales como arrugas peribucales, es decir consigue un efecto lifting sin necesidad de cirugías. También está indicado para tratar las arrugas más profundas como los surcos.
En rellenos faciales se utiliza un ácido hialurónico reticulado, esto significa que se le ha añadido una sustancia para que retenga el agua, aumente de volumen y dure más. El ácido hialurónico no reticulado no da volumen, simplemente hidrata la piel y se aplica con la técnica de mesoterapia.
El efecto del ácido hialurónico suele durar entre 9 y 12 meses dependiendo de la edad, de la zona inyectada, de la calidad de la piel, del estilo de vida, etc. Por eso, es recomendable realizar una nueva infiltración aproximadamente pasado un año.