Consiste en corregir aquellas áreas del cuerpo en las que persiste grasa localizada.
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La lipoescultura o liposucción es un tipo de cirugía del contorno corporal destinada a corregir aquellas áreas del cuerpo en las que persiste grasa localizada.
Este procedimiento quirúrgico puede combinarse en una misma intervención con un aumento de glúteos, que consiste en mejorar el tamaño y la forma de las nalgas mediante implantes o transferencia de grasa (lipofilling).
Las zonas del cuerpo que más suelen acumular grasa son el abdomen, los muslos, las caderas, las rodillas, los tobillos, los brazos, ciertas zonas de la espalda y también en la cara.
La lipoescultura está indicada tanto para hombres como mujeres saludables, con un peso normal y exceso localizados de grasa.
También es importante que la piel sea firme y elástica para que se adapte al nuevo contorno.
Pre-tratamiento:
En la consulta inicial, el cirujano plástico evaluará tu estado de salud y te dará ciertas normas antes del tratamiento. Estas incluyen qué puedes o no comer y beber, reglas sobre el tabaco, medicinas u otros.
Tratamiento
Una liposucción suele durar entre 1 y 3 horas, pero el tiempo es variable (desde una a varias horas) dependiendo del área y la cantidad a extraer.
Inicialmente, se realiza una pequeña incisión, suficiente como para poder introducir una pequeña cánula de liposucción e instrumentos especiales, llamados cánulas, mediante los cuales se aspira la grasa desprendida. El otro extremo de esta cánula se une a una máquina que produce vacío o a una jeringa especial. El cirujano mueve la cánula entre los depósitos grasos situados bajo la piel, disolviendo la grasa y succionándola. A veces es necesario realizar incisiones adicionales en zonas poco visibles para eliminar todos los depósitos de grasa.
Recuperación
La recuperación de la liposucción suele ser rápida, incorporándose el paciente a una vida normal sedentaria a los 3-4 días de la intervención, no aconsejándose realizar actividades deportivas durante el primer mes postoperatorio.
Por regla general, el procedimiento es ambulatorio y tras unas horas de observación, el paciente puede regresar a su domicilio con las indicaciones oportunas, acompañado de un adulto responsable las primeras 24 horas, que puede ponerse contacto con el equipo médico en cualquier momento si precisase.
Tras la cirugía se colocará una faja o medias de compresión sobre la zona tratada para controlar la hinchazón, el sangrado y para ayudar a la piel a adaptarse al nuevo contorno. Esta faja se llevará durante un mes aproximadamente. Pasado este tiempo, se pondrá sólo por el día durante unas semanas más dependiendo de las instrucciones del cirujano.
La recuperación es un proceso gradual. Los puntos serán retirados, o se caerán por sí solos, entre los 5 y 10 días posteriores a la intervención.
Los resultados empiezan a ser visibles a partir del primer mes. Puede ser permanente si el paciente se cuida y sigue las recomendaciones de su médico. El cambio es visible desde el primer día, pero irá evolucionado durante los primeros meses, por lo que la valoración del resultado es a partir del tercer mes, aunque controlamos al paciente durante el primer año para una mayor atención y calidad.
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