El drenaje linfático consiste en la realización de movimientos muy lentos, suaves y repetitivos en la dirección adecuada para mejorar la circulación de los conductos linfáticos y ayudar a descongestionar la zona.
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Los tres principios básicos para el éxito del masaje linfático son la presión, el ritmo y la dirección. La presión debe ser controlada de forma continua masajeando sólo la superficie cutánea sin tocar la musculatura. El ritmo debe sintonizarse con una respiración pausada y la dirección debe adecuarse a cómo fluye la linfa para ayudarla a seguir su recorrido natural.
Las aplicaciones más habituales de esta técnica son las siguientes:
- Reducir la celulitis
La celulitis o lipedemas son cúmulos de grasa que comprimen los vasos linfáticos y dificultan la circulación de la linfa. El drenaje linfático ayuda a drenar la linfa y mejorar la circulación en las zonas afectadas y por consecuente la apariencia de la piel.
- Disminuir la retención de líquidos
Las causas de este problema son varias como los cambios hormonales, la dieta inadecuada o la inactividad. El drenaje linfático favorece el flujo de la linfa con lo que ayuda a reducir la hinchazón consecuente y que es común en las zonas del tobillo, piernas, muñecas y rodillas.
- Favorece pieles con acné
Este problema cutáneo suele ser resultado de una actividad elevada de las glándulas sebáceas acumulando grasa en su interior. El efecto drenante del masaje linfático ayuda a eliminar toxinas con lo que se pueden notar mejoras visibles en la piel.
- Técnica anti-estrés
La técnica se caracteriza por movimientos suaves y lentos aplicados en las direcciones adecuadas por lo que induce a la relajación sobre todo cuando se aplica sobre el rostro.
- Linfedemas
Un linfedema es una obstrucción en los vasos linfáticos que afecta a la circulación linfática y provoca una hinchazón debida al acúmulo de linfa. Se debe sobre todo a traumatismos, inflamaciones, roturas de fibras musculares, cicatrices e intervenciones quirúrgicas.
Algunas otras patologías o problemas que se indican para este tratamiento son:
- Edemas (embarazo, faciales, del sistema nervioso, postoperatorios, premenstruales etc.)
- Varices
- Fibromialgia
- Piernas cansadas o hinchadas
- Migrañas, dolor de cabeza, vértigo
- Artrosis, artritis
- Hematomas
- Hipertensión
- Hipotiroidismo
- Afecciones del aparato digestivo
Aunque se trata de una técnica manual, el drenaje linfático también puede realizarse con máquina, en este caso se conoce como presoterapia.
Normalmente en el campo de la fisioterapia se combinan ambas técnicas para conseguir mejores resultados.
Los resultados se aprecian a partir de la tercera o cuarta sesión, pero esto varía en función del paciente y las zonas a tratar.